Infanzones
¿Os habéis preguntado por qué hay tantos escudos originales en Larués?
Originariamente, quien poseía en la puerta de su casa un escudo era porque pertenecía a una familia noble, en alguno de sus grados. Aquí no vivieron marqueses, ni condes ni duques, pero sí hidalgos, llamados en Aragón «infanzones».
En el pasado debieron existir numerosas familias infanzonas, aunque no todos sus escudos habrán sobrevivido.
La existencia de familias infanzonas en Larués es relevante, puesto que protagonizaron movimientos de rebeldía contra los señores temporales que pretendían exigirles las mismas obligaciones que tenían los habitantes del pueblo no infanzones, llamados de “signo servicio”. Dichos momentos conflictivos se sitúan cronológicamente:
-Entre 1323 y 1325, contra el señor del lugar, el noble Juan de Lográn
-En 1550 contra el señor del lugar, Juan de Biota.
De ambos conflictos existe documentación y han sido estudiados por historiadores especializados: El primero por Elena Lourie, de la Universidad Ben Gurion de Israel, y Carlos Laliena Corbera, de la Universidad de Zaragoza, y el segundo por Manuel Gómez de Valenzuela.
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La persistencia de gran número de infanzones en Larués se dilata en el tiempo. Según el censo de 1773, en Larués había 27 hidalgos varones frente a 16 “plebeyos”. Tanto peso debían tener que en el año 1802 un habitante no infanzón inicia un proceso ante la Real Audiencia de Aragón solicitando que se revise la situación real de dichos infanzones, alegando que dichos infanzones monopolizan los cargos del Concejo, mientras los no infanzones, una minoría, deben realizar las “cargas” o trabajos comunitarios.
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También debe destacarse, en relación con la abundancia de escudos que presenta el pueblo de Larués, que todos los restantes escudos que no aparecen anteriormente reseñados en este documento no son antiguos. Fueron realizados por Nicolás Salvador Solana, un artesano de la localidad, en el siglo pasado, con la finalidad de que se conservara el recuerdo del nombre de las casas.